Clara Esborraz
FASHION
Curaduría: Guadalupe Chirotarrab
FASHION de Clara Esborraz
Estamos ante una arquitectura performática. Durante tres horas ininterrumpidas unxs chicxs corretean, se caen, yacen, se incorporan y vuelven a girar una y otra vez sobre una pasarela cuadrangular. Los cuerpos híbridos en pose nos miran fijo desde las fotografías de gran tamaño que rodean la sala. La materialidad de esos cuerpos no acusa jerarquías ni diferencias ontológicas entre el látex, la gomaespuma, las telas sintéticas, el pelo, los metales, la piel y la carne humana. Montados con una selección minuciosa de prendas: un corset tornasolado, un traje oversize y zapatos lustrados, una tanga plateada entre nalgas abultadas, mucho taco y un par de tetas chorreantes, los personajes portan rostros protuberantes de colores estridentes que revelan los ánimos de una subjetividad trans. Entre un tomboy, una ultra femme y un personaje no binarix, esa fluidez identitaria es la de Clara Esborraz, lx popstar de FASHION. Las obsesiones encarnadas, entre el sufrimiento y el goce de verse según los vaivenes de las emociones cotidianas, se tropiezan bajo el beat en loop que se espirala y acelera sobre la alfombra de una fama tan efímera y accesible como la que experimentamos cada día en las redes.
Tras varias décadas de debates sobre las corporalidades e identidades, hoy patentadas por las tecnologías biogenéticas y el fanatismo transhumanista que pregonan las ultraderechas, seguimos testeando de qué forma reconfigurarnos. Mientras los cuerpos se desbordan, la empatía pierde vigencia y lo humano deviene una categoria extremadamente porosa. Perdernos puede ser clave de las búsquedas personales más profundas o despertar la obsesión de congelar nuestras gestualidades antiage. Digerimos con liviandad toneladas de sustancias de laboratorio y señales satelitales que desorientan nuestros organismos estallando la salud mental colectiva. Está difícil encontrarse. Soñamos vivir en un mundo con modelos inclusivos pero es evidente que las distribuciones tienden a ser más desiguales y las ansiedades más intolerables, por lo cual, suponemos que no nos queda otra que adaptarnos o inadaptarnos. Aunque se insista hasta el hartazgo, pensar en dualidades no funciona desde hace rato. Lo que propone Clara en esta experiencia es abrazar el fracaso, habitarlo, padecerlo y adorarlo, no por casualidad en el espacio fundado por Federico Klemm, precursor del autodiseño más espectacular e incómodo de la escena artística local.
La exhibición se planta bajo la forma de un evento efímero para quien pasa distraídx. Empática con la cultura raver y encantada por el fulgor de la moda, la muestra deviene un set digno del lanzamiento de una colección del futuro, para la que deja de tener sentido establecer el límite entre cuerpo y vestimenta, entre natural y artificial. Somos cyborgs. La escena se pone tan sexy como fallida, tal como sucede en muchas de las performances y los dibujos que suele hacer Clara, cargados de una sensualidad monstruosa y descarnada.
Así como el glitch y lo precario ya son estéticas digeridas por el arte, asumiendo que el control sobre las tecnologías, los cuerpos o la felicidad son ilusiones mayormente pesadillescas, es oportuno aprovechar cuando surgen experiencias en donde alojar nuestras neuras corporales y fallar hasta el infinito. FASHION propone fanatizarse con esas caídas dolorosas de nuestra materia inconexa, con las raspaduras de nuestras superficies, los derrames de nuestros fluidos y la expresividad de los gestos que particularizan nuestros cuerpos diseñados, mutantes y hermosos.
Guadalupe Chirotarrab